Nos preguntamos por qué todo lo que es reconocido oficialmente como cultura en nuestra ciudad es, al mismo tiempo, definido por el auspicio (sostenimiento) de un grupo de empresas. Estas deciden qué fragmentos de la cultura deben conocerse.
LA CULTURA BAHIENSE DEBE SER FRUTO DEL CONCENSO CON SUS PROPIOS ACTORES SOCIALES.
Qué cultura queremos, cómo y de qué forma desarrollarla es algo que le corresponde discernir a los pueblos, no a un grupo de empresas (muchas de carácter transnacional) que no conocen y no respetan nuestra identidad.
El 20 de agosto de 2000, una nube de cloro proveniente del Polo Petroquímico de Ing. White, situado a pocos quilómetros de Bahía Blanca, sobrevoló la ciudad.
El hecho no provocó víctimas fatales por la circunstancia casual de la dirección del viento.
Desde aquel momento, surgieron una serie de organizaciones ambientalistas que manifiestan su preocupación por la falta de control hacia dicho emporio.
La sociedad bahiense no cuenta con estudio alguno que permita conocer el riesgo real existente.
La manifestación de casos de cancer y otras
enfermedades, además de las lógicas alergias,
hace necesaria la realización ya de un censo
de salud, que las autoridades locales no
parecen tener voluntad de realizar.
Frente a la cultura del miedo que intentan imponer,
reemos necesaria más participación y más democracia.
Por esto, el 19 de agosto de 2006, CEM Bahia Blanca realizó un festival en "El Andén", un centro cultural de Ing. White recuperado por un grupo de jóvenes músicos.
Allí construimos un mural móvil con la participación de la comunidad. De un lado, una máscara de oxígeno, característica en las obras de nuestro compañero Francisco Felkar, que simbolizaba la cultura impuesta, lo que no queremos. Del otro lado, los pibes dibujaron el mundo con aire que pueda respirarse y jugar, el mundo posible que anhelamos y por el cual luchamos.
Luego, el 20 de agosto, Profertil, una de las empresas del Polo, tuvo la desagradable idea (en el aniversario del escape) de poner en escena una obra de su ciclo Cultura Profertil en el Teatro Municipal.
Con pancartas, y el mural que realizáramos el día anterior, fuimos junto con el Encuentro Amplio a denunciar su política hacia toda nuestra comunidad.
Empresas del Polo Petroquímico, en el más llano sentido neoliberal e imperialista, se ha convertido el una maquinaria de financiar a un reducido núcleo de artistas o instituciones. El Estado local se ha declarado ausente en cuanto a su política hacia la comunidad. "El estado debe estar allí donde no está el mercado" dijo el actual responsable del Instituto Cultural local. Esto deja en una situación marginal a los jóvenes y los artistas que quieren desempeñarse por fuera del sistema de cooptación impulsado por las empresas.
En este escenario, creemos necesario la organización de los artistas, trabajadores de la cultura e intelectuales para plantear una alternativa a este modelo excluyente y castrador, a través de un profundo debate sobre qué cultura queremos los bahienses, un debate que incluya a todos los sectores agredidos de la comunidad, y que respete la diversidad existente.
Cultura en Movimiento te invita a sumarte a la construcción de una cultura por la Vida.
